¿Qué hacemos con Sami Zayn?
- Luchitas
- 14 ago
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Actualizado: hace 3 días
Si en algo podemos estar de acuerdo todos los fanáticos es que la storyline de The Bloodline ha sido una de las más ricas, largas, y emocionantes, ya no de la última década, si no, tal vez, de la historia del wrestling profesional.
En el año 2022, las ideas sobre el desarrollo del Linaje empezaban a antojarse repetitivas, caducas, y con el horizonte de un fin próximo con una traición de los Usos que, por aquel entonces, se alzaban como campeones indiscutidos por parejas junto al campeón indiscutido de WWE, su primo Roman Reigns.
En un panorama en el que parecía que el chicle no se podía estirar mucho más apareció ÉL. Con mayúsculas. Un tío con más tablas que un cobertizo y más recorrido que un carrito de supermercado que, tras años enfeudado con su hermano Kevin Owens y tras una WrestleMania más cómico que otra cosa frente a Johnny Knoxville (Jackass) aparecía para entrometerse en los planes de The Bloodline.
¿La premisa? Simple. Sois guays, sois los que ganáis, dejadme ser parte de vosotros. Y así, el eterno underdog nos dio un soplo de aire fresco a la historia de la familia más dominante de la historia del wrestling. Segmentos, bromas, buen rollo, risas, un Uso honorario, un juicio tribal y un final de Royal Rumble digno de superproducción. Aún se me ponen los pelos como escarpias recordando el silletazo a Roman.
El trabajo de Sami Zayn le llevó a una oportunidad por el campeonato indiscutido de WWE y a un main event de la noche 1 de WrestleMania 39, coronándose como campeón indiscutido por parejas junto a su hermano Kevin.
A partir de ahí, idas, venidas, un papel de eterno underdog y un camino a WrestleMania 40 por el campeonato Intercontinental más largo retenido por el General del Ring, Gunther. Un Gunther que ya pedia a gritos un salto a la escena main eventer, y cuyo título, no debemos olvidar, era un título de media cartelera.
En WrestleMania 40 comenzó esta tirria, por llamarlo de alguna manera. Sami lograba poner fin al reinado más largo del campeonato Intercontinental de toda la historia en un combate bueno, sin más, en el que más allá de los méritos in ring de cada uno teníamos claro que comenzaban planes más grandes para el ring General y con la expectación de ver cómo se desarrollaba el Sami Zayn campeón Intercontinental bajo las voces críticas que llevamos ya oyendo más de un año y medio “Sami Hogan”, “que le saquen ya del papel de underdog”.

Podemos estar de acuerdo en que un tío que ha estelarizado una noche de Wrestlemania ya no está para ser Underdog. Una noche de Wrestlemania que venía precedida por un main event por el titulo indiscutido de WWE. Tal vez sea el momento de plantearnos para qué lugar está Sami Zayn: ¿para un campeón de media cartelera sólido o para un contendiente a algo más?
Está meridianamente claro que Sami podría ser campeón midcard tranquilamente y tirando de antecedentes, veteranía y calidad dentro del cuadrilátero no debería sorprendernos. Me gustaría hacer hincapié en “no debería”, porque fueron las mismas voces que clamaban a Gunther en la cartelera estelar las que se rasgaban las vestiduras porque Sami le había ganado el título. Y son las mismas que ahora la toman con él por el asunto de Karrion Kross. Mañana Sami Zayn estornuda y le están culpando de un terremoto en la otra punta del mundo.
Sea como fuere, el tratamiento por parte de los “panenkitas del wrestling” a Sami Zayn no es que sea ya injusto, es que es desproporcionado e irracional.
Podemos estar de acuerdo en que desde principios de 2023 Sami Zayn ya no es un underdog. Podemos estar de acuerdo en que en algún bookeo parecía indestructible. Podemos estar de acuerdo en muchas cosas que se han hecho mal con Sami en estos dos últimos años. Pero podemos y debemos estar de acuerdo en que tiene el lugar que se ha ganado con esfuerzo, años de trabajo y la sonrisa más contagiosa del pro wrestling.
Lo siento si no soy imparcial con Sami, pero no lo puedo evitar. Gracias a él recobré en gran parte mi amor por el wrestling. Algún día compartiré las capturas de pantalla de WhatsApp en el momento que le pegó el silletazo a Roman a las 6 de la mañana hora española.
Citando a mi querido Senda, cerraré con lo siguiente: cuando muera, poned “Words Apart” en mi funeral, y si no me levanto a cantar “OOOOOOOOOH, OOOOOH, OOOOOOOOOH”, realmente me les fui.
Un afectuoso saludo a El Genérico que seguro que está viendo con orgullo a su amigo Sami allá desde donde esté
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